Escrito I
1ª parte LA VOLUNTAD
Padre,
en este mundo donde tanto se habla de ti,
unas veces con bondad,
con conocimiento y amor,
otras con vanidad e ignorancia.
Donde muchos se autoproclaman seguidores de la verdadera iglesia y rechazan sin dudar a su hermano.
Donde te catalogan y establecen normas que tus hijos
nunca manifestaron.
Un dios creado a medida del humano,
Un dios frustrante e inalcanzable.
Un dios que nada tiene que ver contigo,
Padre.
Tú, Padre, hablas de hermandad,
de un solo cuerpo integrado por todos tus hijos;
donde no hay primeros ni últimos;
donde no vamos a ninguna parte porque ya estamos;
donde tú te manifiestas.
Los hijos que bien te conocen,
nos hablan de la fuerza del amor frente a la barbarie de la sinrazón.
Nos hablan de esperanza,
de una realidad tangible
sólo con dejar un pequeño espacio a la posibilidad de lo imposible.
Tú, Padre,
estás aquí entre tus hijos porque nunca nos abandonaste.
Nos creaste a tu imagen y semejanza.
Y hoy,
aquí y ahora podemos conocerte,
conocernos si así lo anhelamos con la suficiente
humildad de corazón.
1ª parte LA VOLUNTAD
2- Padre
Padre,
en este mundo donde tanto se habla de ti,
unas veces con bondad,
con conocimiento y amor,
otras con vanidad e ignorancia.
Donde muchos se autoproclaman seguidores de la verdadera iglesia y rechazan sin dudar a su hermano.
Donde te catalogan y establecen normas que tus hijos
nunca manifestaron.
Un dios creado a medida del humano,
Un dios frustrante e inalcanzable.
Un dios que nada tiene que ver contigo,
Padre.
Tú, Padre, hablas de hermandad,
de un solo cuerpo integrado por todos tus hijos;
donde no hay primeros ni últimos;
donde no vamos a ninguna parte porque ya estamos;
donde tú te manifiestas.
Los hijos que bien te conocen,
nos hablan de la fuerza del amor frente a la barbarie de la sinrazón.
Nos hablan de esperanza,
de una realidad tangible
sólo con dejar un pequeño espacio a la posibilidad de lo imposible.
Tú, Padre,
estás aquí entre tus hijos porque nunca nos abandonaste.
Nos creaste a tu imagen y semejanza.
Y hoy,
aquí y ahora podemos conocerte,
conocernos si así lo anhelamos con la suficiente
humildad de corazón.